Resumen de Las Grandes Crisis Financieras de Carlos Marichal
El libro se divide en seis capítulos, en el primero se
analizan las crisis financieras del capitalismo, cuando éste se impuso como
sistema económico dominante, es decir entre la debacle de 1873 y el estallido de
la Primera Guerra Mundial en 1914.
En el segundo capítulo el autor analiza el colapso
financiero de 1929, cuyo epicentro fue Europa y Estados Unidos. Aquí Marichal
alude varias veces a la figura del economista Keynes, por ejemplo, hace alusión
a su papel durante el tratado de Versalles, donde el economista avisó de lo
contraproducente que serían las multas impuestas a Alemania. En el transcurso
de este capítulo Marichal indica como el tiempo le dio la razón tanto a Keynes
como al pensamiento keynesiano. También nos indica el papel de EEUU en este
período histórico, cuya recuperación económica permitió una época de auge que
desembocaría en la Gran depresión de 1929 y el ya muy conocido caso de la
hiperinflación en Alemania.
En el tercer capítulo describe la era Bretton Woods, que
implicó la integración de la nueva arquitectura financiera internacional que
“permitiría” evitar los desastres de la Gran Depresión. Aquí nos muestra como
Gran Bretaña y la libra esterlina pasan el testigo a el dólar estadounidense
como nuevo pivote de la economía mundial, también da nombres propios, como son
los de Harry Dexter White y John Maynard Keynes. También señala como factores
que influyeron para que entre 1944 y 1971 no se produjeran crisis de gran
escala: el equilibrio de poderes entre Estados Unidos y la Unión Soviética, y
la participación y regulación económica estatal que contribuyó a que Estados
Unidos tuviera estabilidad económica.
En el cuarto capítulo el autor señala que no sólo la subida
del precio del petróleo por parte de la OPEP en 1973 fue la causa de la larga
recesión que afectaría a numerosas economías en los años ochenta, sino también
el debilitamiento de las industrias de Estados Unidos, Europa occidental, la
Unión Soviética y Europa del Este, además de la volatilidad financiera
provocada por la caída del patrón oro-dólar en 1971. También describe el
acelerado proceso de endeudamiento de las economías latinoamericanas sobre 1973
y sus posteriores crisis, siendo la primera de estas la “Crisis del Tequila” en
México, que desembocaría en declarar la moratoria en agosto de 1982.
El capítulo quinto abarca el periodo 1990-2006, etapa para
la que se señala como factores clave de la nueva revolución financiera: la
desregulación financiera, el aumento de las transacciones internaciones de
capital y la innovación de instrumentos de inversión. Según Marichal, había un
consenso en considerar esa globalización como un motor del crecimiento de la
economía mundial, sin embargo, nos muestra también como este no fue el caso para
algunos países asiáticos o México, Brasil y Argentina.
Finalmente, en el capítulo sexto, el autor examina las
condiciones que llevaron a la crisis de 2008. Señala que si bien la causa más
señalada de la crisis fue el debilitamiento de los enormes mercados
inmobiliarios de Estados Unidos, otras que enlista son la dinámica del mercado
hipotecaria (hipotecas subprime) y así como las fallas en los sistemas de
supervisión, que permitieron comportamientos temerarios. En el marco del
impacto global de las crisis, hace un recuento de cómo se llevaron a cabo los
rescates financieros en diferentes naciones y cómo se vivió la crisis en
algunos países latinoamericanos. El capítulo termina con un interesante
comparativo entre el impacto de la crisis de 2008 y el crac de 1929.
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